San Lorenzo derrotó a Boca por 1 a 0, quedó a un punto de la cima y frustró el debut de Jorge Almirón

En el primer partido con Jorge Almirón como entrenador tras la salida de Hugo Ibarra y el interinato de Mariano Herrón, Boca cayó ante San Lorenzo por 1-0 en el marco de la undécima fecha de la Liga Profesional de Fútbol. Guillermo ‘Pol’ Fernández, en contra de su propio arco, anotó el único gol del clásico a los 9 minutos del encuentro.

Si bien el nuevo DT del Xeneize apenas tuvo dos días de trabajo para preparar el partido, pagó muy caro el precio de experimentar una línea de tres y el equipo no cambió demasiado con respecto a lo que venía haciendo: demostró poco fútbol, desconcierto, y terminó con diez por la expulsión de Nicolás Figal en el segundo tiempo.

San Lorenzo también fue el de siempre, pero con una realidad totalmente diferente. No fue preocupación tener la pelota. De hecho le entregó la posesión a Boca, pero bien ordenado en el fondo y punzante de tres cuartos para arriba, administró las energías y trabajó con eficacia.

La apertura del marcador para los dirigidos por el Gallego Insúa surgió tras un punzante desborde de Ivan Leguizamón por el costado izquierdo. El paraguayo siguió la carrera sin marcas aprovechando el desgarro de Bruno Valdez, que se quedó parado y no pudo seguirlo. Entonces tiró el centro al medio y Pol la metió en contra ante la sorpresa de Chiquito Romero.

El desarrollo del primer tiempo fue muy caliente. Facundo Tello perdonó en varias jugadas al local, cobró algunas divididas para el Xeneize y se puso a los hinchas en contra. Pero la calentura mayor de los locales fue en el cierre del primer tiempo, cuando el árbitro dio marcha atrás al expulsar a Agustín Sández.

El joven marcador de punta del elenco boquense le fue de atrás a Agustín Giay (de manera muy irresponsable) el juez le mostró la roja inmediatamente, y retrotrajo su accionar cuando fue a revisar la jugada al VAR y decidió cambiar el color de la tarjeta.

Boca salió con hambre en el segundo tiempo, pero se desconfiguró rápido. A los quince minutos del complement, se quedó con uno menos: Nicolás Figal se fue a las duchas por dos amonestaciones. La primera por una protesta muy sonsa en el primer tiempo y la segunda, por una falta sobre Andrés Vombergar.

El elenco azulgrana estuvo cerca de liquidar el match pero, como muchísimas veces, el 1-0 le vino bárbaro. Su rival lo atacó poco, en breves pasajes estuvo en peligro el resultado y los del Gallego sumaron tres puntazos para pisarle los talones a River.

Está claro que Almirón tampoco podía hacer malabares. Tendrá ahora unos días para acomodarse, tratar de imprimir su sello e intentar dar el primer paso el sábado contra Estudiantes.

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