San Lorenzo venció de manera agónica a Platense por 1 a 0 en el Nuevo Gasómetro y no le pierde pisada al líder

Tras perder en la Copa Sudamericana con Fortaleza sobre el final, San Lorenzo se levantó con un triunfo agónico a Platense en el Nuevo Gasómetro para acercarse y quedar al menos por ahora a tres puntos al puntero River. En la última jugada, Rafael Pérez convirtió el único tanto del partido con una volea dentro del área.

Cuando se estaba por terminar el encuentro y todo indicaba que terminaría en un justo empate sin goles, San Lorenzo creyó que aún podía ganarlo, en esa última pelota, y lo ganó: Jalil Elías mandó el centro, Federico Gattoni la bajó de cabeza y Pérez definió de primera de volea para romperle el arco a Ramiro Macagno.

San Lorenzo jugó mal pero igual ganó, algo que es necesario para pelear un campeonato. El Ciclón no sufrió, pero tampoco lastimó durante todo el encuentro hasta esta puñalada del final. Le costó generar ocasiones de gol y en ataque tomó malas decisiones, estuvo impreciso y quedó varias veces en fuera de juego.

A tal punto fue malo el juego del local que el entrenador Rubén Darío Insúa realizó tres cambios en el entretiempo: sacó a Agustín Giay, Carlos Sánchez y al propio capitán Nicolás Blandi y metió a Gonzalo Luján, Francisco Perruzzi e Iván Leguizamón. Con las modificaciones, el equipo mejoró pero levemente.

Platense dominó más el balón e intentó atacar y defenderse con la posesión y el Ciclón se mostró replegado para ocupar más espacios en defensa y apostó a salir de contra. Cada uno con su fórmula, lograron lo mismo: no lastimar a su rival y no sufrir en defensa. De hecho, ambos patearon dos veces al arco… ¡Aburridísimo!

La diferencia estuvo en que el local siguió creyendo hasta el final y Platense se durmió, tuvo un lento retroceso a su área invadida con muchos jugadores del local y pagó caro. San Lorenzo está lejos de brillar, pero gana y gana, se afianza en la pelea del campeonato y la gente canta «que esta hinchada se merece ser campeón».

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