Gimnasia de La Plata derrotó 2-1 a Vélez Sarsfield en el estadio Juan Carmelo Zerillo, por la cuarta fecha de la Zona A de la Copa de la Liga Profesional: Cristian Tarragona y Matías Abaldo convirtieron los goles del Lobo; Brian Romero marcó para el Fortín.
Gimnasia puede parecer candidato a descender: delicadísima situación institucional, un plantel corto en calidad y cantidad, y conformado en su mayoría por juveniles, y resultados que no acompañan. Pero el Lobo no piensa resignarse sin dar batalla, y con sacrificio, esfuerzo y orgullo deportivo, consiguió tres puntos de oro para seguir dando pelea.
Una de las leyes del fútbol marca que técnico que debuta, gana. Y así fue: luego de 10 partidos sin victorias (cinco derrotas y cinco empates) que le costaron el puesto a Sebastián Romero, Leonardo Carol Madelón se hizo cargo del equipo y en su estreno metió un triunfazo. Doble mérito, porque arrancó abajo en el resultado.
Y si bien este Gimnasia ya tiene el sello de Madelón, la realidad es que la figura de la victoria fue Matías Abaldo, un pibe de 19 años que viene de ser campeón del Mundial Sub 20 con la Selección de Uruguay y que entrando desde el banco se puso el equipo al hombro.
4-4-2 para cubrir el ancho de la cancha y no regalar espacios. Jugadores que corran y metan por sobre los que juegan lindo. Dos de los fundamentos del nuevo DT que ya se vieron plasmados. Otros detalles: la vuelta de Guillermo Enrique, marginado por ‘Chirola’ tras su pase frustrado a Racing; y Eric Ramírez jugando bien de punta para acompañar a Tarragona, y no tan anclado a la banda.
De todos modos, Gimnasia ganó desde el empuje. Vélez dominó el primer tiempo a partir de la intención de tener la pelota y construir juego desde abajo, y con el paraguayo Aquino como el encargado de ejecutar ese plan. Y sobre el final encontró el premio, con una triangulación que derivó en un centro a la cabeza de Brian Romero, que metió un testazo fenomenal.
Pero en el entretiempo entró Abaldo, Gimnasia creció, y en consecuencia el Fortín perdió la comodidad que había encontrado. Encima, ya sin la pelota, Méndez sacó a Aquino. El Lobo empató a los 7′ del complemento por intermedio de otra de las leyes del fútbol: dos cabezazos en el área son gol. Efectivamente, el joven charrúa durmió a Elías Gómez y se la bajó a Tarragona para que defina.
Minutos después, el propio Abaldo picó al vació y recibió entre líneas para quedar mano a mano; sin que le tiemble el pulso gambeteó a ‘Chila’ Gómez y remató con el arco a su merced. Vélez nunca encontró respuestas y Madelón sí terminó utilizando a De Blasis y ‘Pata’ Castro para cuidar la pelota en el tramo final.
Con la victoria, Gimnasia llegó a 33 puntos en la tabla anual, alcanzó a Vélez y desplazó a Huracán y Colón, ambos con 31, a la posición de descenso, aunque tanto el Globo como el Sabalero deben jugar sus partidos. En la próxima fecha visitará justamente a los quemeros en otra final, mientras que el Fortín recibirá al hundido Arsenal.