Roland Garros: Alcaraz derrotó de manera contundente a Musetti por 6-3, 6-2 y 6-2 y se instaló en los cuartos de final

Los enfrentamientos entre Carlos Alcaraz y el italiano Lorenzo Musetti nunca defraudan. De hecho, el cara a cara entre ambos marchaba empatado (si contamos las semifinales en el Challenger de Trieste de 2020) hasta este domingo, cuando el español lo ha dejado resuelto a su favor por el momento para acceder a los cuartos de final de Roland Garros (6-3, 6-2, 6-2). El número 1 del mundo en tenis iguala así su mejor resultado en el segundo Grand Slam del curso, sin demasiadas fisuras a la hora de sellar su presencia entre los ocho mejores sobre la tierra batida de París.

Al murciano le costó entrar en su partido de octavos, con el revés paralelo de Musetti haciendo posible que Alcaraz cediese su servicio a las primeras de cambio en el duelo. 2-0 abajo nada más empezar, el de El Palmar acumulaba errores forzados, con un inicio demasiado frío. Sin embargo, volvió a demostrar por qué es uno de los grandes favoritos para el triunfo final en Francia al rehacerse de forma totalmente vertiginosa: en un visto y no visto, los break que acontecieron pasaron a favorecer a Carlitos. La derecha, las dejadas y el resto empezaron a funcionarle y, por consiguiente, se hizo con las riendas del partido a placer.

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Acabó la primera manga como una moto y empezó la segunda de igual manera, con una rotura inaugural que amenazaba con quitarle toda emoción al segundo parcial. Pero Musetti no estaba dispuesto a tirar la toalla tan pronto y fue capaz de colocar un 2-2 en el marcador cuando mejor se estaba encontrando Alcaraz en la pista. Eso sí, la reacción se quedó ahí, puesto que el español le devolvió la rotura y ya no le concedió ni un juego más durante un buen rato.

El italiano peleaba cuanto podía y alargó algunos juegos precisamente fruto de esa combatividad. Pero al 18 del ranking ATP le faltó mucha más continuidad para hacer sombra a un Alcaraz que guardó las dudas en el más profundo de los cajones una vez superado su bache inicial. Musetti llegó incluso a enfadarse consigo mismo: el ganador del último US Open daba la sensación de ser capaz de devolverle cualquier pelota, cual muro personificado.

En el tercer y definitivo set, ya no hubo rotura con la que intentar buscarle las cosquillas al primer cabeza de serie de este Roland Garros. Al contrario que Musetti, Alcaraz sí consiguió desarbolar el saque de su rival por partida doble y pudo cerrar el encuentro, con suspense por una doble falta un tanto inoportuna. Las mayores curvas en el torneo pueden llegar a partir de ahora, con Stefanos Tsitsipas primero y, seguramente, Novak Djokovic después.

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