Daniil Medvedev y Stefanos Tsitsipas son dos de los «villanos» del circuito ATP. Ambos tienen sus detractores por causas distintas. El ruso por sus discusiones al borde del berrinche con los jueces, mientras que el griego no cosechó muchos fans por los diálogos con su padre y los eternos cortes para ir al baño. Sin embargo, estos personajes malos del tenis no se llevan para nada bien ni siquiera entre ellos, algo que quedó demostrado en el Masters 1000 de Roma: sin saludo previo, pique con umpire y gente del box y hasta un baile burlón en el final.
En el segundo turno del sábado, se enfrentaron el tercero del ranking mundial contra el quinto por un lugar en la final del Foro Itálico. La pica histórica entre ambos quedó en evidencia desde el principio, cuando Medvedev y Tsitsipas rechazaron el pedido del umpire Lahyani para posar ante las cámaras.
Luego de eso, hubo lugar para el tenis, pero también para la lluvia. El partido se vio interrumpido varias veces, pero pudo reanudarse y no volver a sufrir cortes a partir del 5-5 en el primer set. En uno de los momentos más bizarros y que mejor lo describe, Tsitsipas se cruzó con su propia madre, a quien obligó salir de su box. Verdaderamente insólito lo del griego.
No obstante, lo mejor estuvo en el final. Luego de sentenciar el partido por 7-5 y 7-5, Medvedev festejó de manera muy particular: tras una bola larga del griego, el ruso tiró un pasito de baile que dio pie a memes y muchas risas en redes. No fue una decisión más del moscovita, ya que fue una burla o respuesta para su rival.
Es que en el Masters 1000 de Cincinnati 2022, Tsitsipas venció a Medvedev y bailó al concretar su victoria. Por eso, el ruso quedó con un poco de sangre en su ojo y se la devolvió, aunque no lo reconoció en la entrevista post partido: «Lo hice una vez en el US Open y me hice bastante famoso. Me gustó ese gif, asi que vamos a ver qué sale de este. Cuando lo haces, parece que estás borracho en un boliche y sos el dios del baile, pero después ves el video y no es así», dijo con una sonrisa.
Con este triunfo, Medvedev jugará apenas la segunda final en polvo de ladrillo en su carrera. Claro, el ruso es un animal de canchas rápidas y, por ejemplo, había perdido en primera ronda de todas sus anteriores participaciones del Masters 1000 de Roma. Sin embargo, mañana se enfrentará por el título ante Rune y, de ganar, será número 2 del mundo sobre Novak Djokovic a partir del lunes.