Independiente otra vez se fue silbado del Libertadores de América. Y el reproche de la gente está justificado: el equipo dejó pasar otra victoria en casa, que en esta ocasión hasta incluyó un inédito regalo por un penal que quedará para la historia. Ni eso aprovechó el Rojo y Colón lo empató en tiempo de descuento.
El encuentro había comenzado cuesta arriba para el conjunto de Avellaneda. En una decena de minutos, ya estaba uno a cero abajo y el estadio se convertía en un verdadero infierno, porque el equipo no gana desde la primera fecha y su entrenador estaba en el ojo de la tormenta.
El que puso en ventaja a los santafecinos fue Santiago Pierotti, que ganó entre los centrales una pelota aérea, la paró de pecho y definió de zurda ante la salida desesperada de Rodrigo Rey.
Como pudo, el Diablo avanzó y a los 24 se encontró con un penal por una falta de Carlos Arrua sobre Luciano Gómez que cambió por gol Martín Cauteruccio con una definición ajustada al palo derecho de Ignacio Chicco.
Pero el tremendo revuelo se armó en la segunda parte. Faltando quince minutos para el cierre, Paolo Goltz ¡la agarró con la mano! para querer sacar del arco, el arquero ya la había tocado y el árbitro, con ayuda del VAR, cobró penal.
Luego de un rato de revisión, expulsiones a Pipo Gorosito y su ayudante y varias quejas de los jugadores del Sabalero, Matías Giménez estableció el 2-1 que le daba a Independiente su primera victoria de local.
Sin embargo, en el tiempo de descuento, la tecnología llamó por un agarrón en el área que defendía Rodrigo Rey, el juez indicó el tiro castigo. El ‘1’ del Rojo tapó el disparo, pero el rebote le volvió a quedar a Wanchope Ábila y el delantero la empujó para el 2-2 definitivo.
Independiente vio pasar otra vez la victoria. Se le escapó un partido que fue para el infarto y ni siquiera pudo irse contento con el regalo de Goltz. Cosas que solamente le pasan a este equipo.
